Pedro Aguirre Cerda - Gobernar es Educar
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Pedro Aguirre Cerda nació el 6 de febrero de 1879, en el sector de Pocuro en el pueblo de Calle Larga, en la Provincia de Los Andes, V Región de Valparaíso. Hijo de los agricultores Juan Bautista Aguirre y de Margarita Cerda, desde muy joven mostró una gran inclinación por el estudio y la educación. Se tituló como profesor de castellano y filosofía en la Universidad de Chile en 1900 y de abogado de la misma casa de estudios, cuatro años más tarde. Fue profesor de Educación Cívica, Castellano y Filosofía en la Escuela de Suboficiales del Ejército, en el Liceo Barros Borgoño y en el Instituto Nacional.
A lo largo de sus primeros años de carrera, Pedro Aguirre Cerda trabajó como abogado y se vinculó con diversos sectores políticos y sociales del país. Fue un hombre profundamente interesado en la educación, la política social y el desarrollo económico de Chile. A lo largo de su vida, mantuvo un compromiso con la "justicia social" y el bienestar de los más desfavorecidos, lo que lo llevó a ingresar al Partido Radical y más tarde, en 1906, a la masonería.
Se postuló como candidato en las elecciones parlamentarias de 1915, siendo elegido diputado por los departamentos de San Felipe, Putaendo y Los Andes, periodo legislativo 1915-1918.5 Durante su gestión, integró la Comisión Permanente de Hacienda. Una vez en el Congreso, se preocupó especialmente de la fundación de escuelas en zonas urbanas y rurales.
Durante su tiempo como diputado, Aguirre Cerda también se distinguió por su capacidad para hacer alianzas y por su pragmatismo político, lo que lo ayudó a ir ganando influencia dentro del Partido Radical, al que se incorporó. Sin embargo, fue en su gestión como presidente de la República que Pedro Aguirre Cerda alcanzó la mayor notoriedad, al poner en marcha una serie de reformas trascendentales para el país.
En 1938, fue elegido presidente de Chile bajo la coalición conocida como la "Frente Popular", una alianza de partidos de izquierda que buscaba hacer frente a las crecientes tensiones sociales y políticas del país, así como a la crisis económica de la Gran Depresión que afectaba a Chile y al resto del mundo. Su presidencia marcó un hito en la historia del país, pues Aguirre Cerda implementó una serie de reformas sociales y económicas que tuvieron un profundo impacto en la sociedad chilena.
Una de sus iniciativas más destacadas fue la creación de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) en 1939, un organismo estatal destinado a promover la industrialización del país y reducir su dependencia de las exportaciones primarias, especialmente del cobre. A través de CORFO, Aguirre Cerda impulsó la creación de fábricas y la diversificación de la economía, poniendo énfasis en el desarrollo de la infraestructura industrial y tecnológica de Chile. Este proyecto representó una visión moderna y progresista del Estado, que debía intervenir activamente en la economía para fomentar el desarrollo y reducir la desigualdad social.
Además, su gobierno fue clave en el fortalecimiento del sistema educativo. Aumentó la construcción de escuelas en las zonas rurales, promovió la educación técnica y profesional, y buscó una expansión de la educación pública como una herramienta fundamental para el progreso social. Este enfoque reformista en la educación fue una de las principales características de su mandato, ya que consideraba que solo a través de la educación se podría lograr una verdadera equidad en la sociedad chilena.
Aguirre Cerda también implementó políticas laborales progresistas. Durante su gobierno, se legisló en favor de los trabajadores, se mejoraron las condiciones laborales y se promovió la creación de sindicatos, como parte de un proceso de modernización social que buscaba reducir la pobreza y la desigualdad. Su gobierno apoyó la sindicalización y promovió políticas a favor de los derechos laborales, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las clases trabajadoras chilenas.
En el plano internacional, el gobierno de Pedro Aguirre Cerda se destacó por una política exterior de acercamiento a los países latinoamericanos, en un contexto de creciente tensión internacional debido a la expansión del fascismo y el comunismo en Europa. Aguirre Cerda promovió una política de neutralidad activa frente a los conflictos internacionales, pero también de defensa de la soberanía nacional, lo que le permitió mantener una postura de equilibrio en una época de gran incertidumbre geopolítica.
Sin embargo, su mandato estuvo marcado por problemas de salud. Aguirre Cerda sufría de una enfermedad pulmonar crónica, que empeoró a lo largo de su presidencia. En 1941, su estado de salud se deterioró gravemente, y el 25 de noviembre de ese año, Pedro Aguirre Cerda falleció a los 62 años, mientras se encontraba en ejercicio del cargo. Su muerte dejó un vacío en la política chilena, ya que su visión reformista y su compromiso con el bienestar social fueron clave para el desarrollo del país en esa época.
Pedro Aguirre Cerda es recordado como uno de los grandes presidentes de Chile en el siglo XX, particularmente por su enfoque progresista y su preocupación por las clases populares. Su figura sigue siendo honrada en la memoria colectiva del país, y diversas instituciones, como la Escuela Militar Bernardo O'Higgins y la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), llevan su nombre como testamento a su influencia en la historia chilena. Además, su legado como reformista y defensor de la justicia social sigue siendo una referencia para las generaciones posteriores.